Vicario Parroquial de San Luis - Cerro Azul
Ya hemos empezado el mes de Mayo, mes de la Virgen. Nuestra devoción se dirige durante este mes hacia la Virgen, aquella que supo responder que sí al Señor, con aquellas palabras que aparecen en el Nuevo Testamento: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”.
Todos podemos crecer en amor a la Virgen durante este mes, por un lado, viviendo unas prácticas de piedad mariana, tales como: El Ángelus o el Regina Coeli, en este tiempo pascual, también el rezo del Santo Rosario, todos los sábados, aún mejor si lo rezamos en familia.
También nos pueden ayudar las visitas a la Virgen en aquellos lugares donde se resalta su presencia como son: El Santuario “Madre del Amor Hermoso”, algunas ermitas como la de Cancharí, la ermita que se ubica al lado del Seminario Menor o en Pampilla. Después de una caminata rezando el rosario podemos encontrarnos con nuestra Madre del Cielo como será también al final de nuestras vidas cuando vayamos al encuentro con Dios, y nuestra Madre nos reciba en las puertas del Cielo.
También algunos textos de San Josemaría nos pueden ayudar para alimentar nuestra piedad dándole gracias a Dios por lo mucho que hemos recibido de Él. Uno de ellos es el siguiente: “¡Qué deuda la tuya con tu Padre–Dios! –Te ha dado el ser, la inteligencia, la voluntad...; te ha dado la gracia: el Espíritu Santo; Jesús, en la Hostia; la filiación divina; la Santísima Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra; te ha dado la posibilidad de participar en la Santa Misa y te concede el perdón de tus pecados, ¡tantas veces su perdón!; te ha dado dones sin cuento, algunos extraordinarios... –Dime, hijo: ¿cómo has correspondido?, ¿cómo correspondes?”
Que nos acostumbremos a llevar todas nuestras dificultades delante de la Virgen, que ella nos dará la fuerza para tener paciencia, madurez ante los diversos problemas que afrontemos diariamente. Que Santa María “Madre del Amor Hermoso”, nos conserve en el camino seguro.
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